– Escasez económica a pesar de ganar dinero.

– Constante miedo a afrontar tus problemas.

– Ansiedad e incertidumbre acerca del futuro.
– Inseguridad en tus relaciones personales.
– Falta de confianza en ti mismo y en tus habilidades.
– Vivir bajo una carga constante de estrés, sintiendo que la depresión te consume, perdiendo el interés en todo y estando de mal humor.

– Relaciones interpersonales deterioradas.

– Dificultad para superar la pérdida.
– Incapacidad para controlar la ira.
– Sentimientos de soledad, culpa o vergüenza.
– Incapacidad para salir de una relación tóxica.
– Trastornos de ansiedad y depresión.
– Baja autoestima.
– Dependencias como el alcoholismo, tabaquismo o drogas.
– Dificultades en la relación con padres.
– Problemas en relaciones de pareja o la falta de ellas.
– Creencias limitantes que no te permiten avanzar al exito financiero.